Aún recuerdo cuando sentía el roce del sol en mi piel...
Aún recuerdo cuando la victoria me llenaba de euforia...
Aún recuerdo cuando la nobleza corría por mis venas...
Era una noche fría, de finales de Mayo. El oscuro jinete cabalgaba atravesando el bosque, acudiendo al encuentro del enemigo.
No hacía mucho, un grupo de Elfos Sangrientos, había hecho ademan de asaltar la Ciudad Capital Umbrael. Nadie lo sabía, sólo el encapuchado, debido a sus largas noches insomne meditando en silencio.
Ahora, iba a darles caza, eran escoria molesta, insectos que entorpecían el desarrollo de sus planes. Por suerte para los Sin'Dorei, el Caballero Aquilonal estaba pensando en otras cosas.
Por ello, su muerte fue rápida, indolora, excepto para el Valiente capitán, cuya cabeza está colgada en la entrada del campamento elfo.
Tras la masacre, llamó a su fiel Dragón, y voló hacia Shattrah, en busca de un portal a Rasganorte. Nunca le había gustado Terrallende. Se sentía más poderoso en Rasganorte, y aún no entendía cómo el Umbrío había escogido ese lugar como Capital.
Bueno, al fin y al cabo, era temporal, Thaessir Aquiloniel, no servía a nada, ni a nadie...