-Reese, una jarra de Bourbon, y deja la botella anda-pedi al camarero del Cerdo Borracho, a la par que dejaba una moneda de oro en la barra.
Coji la botella y la jarra y me subi a una de las mesas en el piso de arriba, me llene la jarra y la bebi de un trago. Entonces una conversacion de la mesa de atras entre dos tipos me llamo la atención.
-¿Has oido ese rumor, de esos hombres dirigidos por un tal Umbrio que pretenden acabar con la Alianza y la Horda, para derrocar a la Luz y instaurar un equilibri con la Oscuridad? Vaya locos eh.
-Aja... solo son carnaza.... pero dime... ¿no quieres saber más de esos ''locos''?
-Que va, son una panda de suicidas, ¡no se puede acabar con la Luz! -dijo uno mientras se reia.
-Ya ves.
Espere a que uno que parecia un paladin se fuera, y segui al otro. Ibamos a entrar en La Catedral, cuando se dio la vuelta y me dijo:
-Tu, ¿porque me siges? ¿buscas pelea?
-No... no... simplemente te oi lo que decias en la taberna, y quisiera saber algo de esos locos que deciais.
-Como ya dije, solo son carnaza. ¿Que quieres saber?
-¿Buscan adeptos? ¿Eres tu un reclutador o algo asi?
-Pse, ¿quien quiere saberlo?
-Alguien que desea derrocar a la Alianza, me rechazaron por servir al Examine en un pasado... exijo venganza.
-Bien bien... más carnaza para servir al Umbrio...
-Y ese Umbrio...¿quién es?
-Alguien poderoso, ya lo conoceras... toma esto, así podras hablar con el.
Y dicho esto, se saco un orbe azulado que parecía brillar de una mochila que colgaba del cinturon, y me lo paso.
-Toma esto, así podras comunicarte con el.
Y unas sombras lo rodearon y desapareció. Mire el orbe que sostenia entre mis manos, y lo acerque hacia mi, y hable:
-¿Hola? ¿Hay alguien?
Entonces el orbe empezo a transmitir voces.
-¿Y tu quien eres?-dijo una voz agria.
-Mi nombre es Che, o eso creo.-respondí yo, sin mucha conviccion.
-Más carnaza para servir al Umbrio.-dijo la voz con la que habia estado hablando antes.
-Bienvenido seas pues... -hubo una breve pausa- ahora estas bajo mi mando, si hablas a alguien de esto, te espera una muerte cruel y lenta- dijo una voz apagada, pero contundente a la vez.
-Ehm... no le fallare... ¿Umbrio?
-Eso espero por tu propio bien.
Y el orbe pareció apagarse, su luz comenzo a disminuir, y decidi guardarlo. Bien, al menos ya tenia alguien a quien servir, y algo contra lo que luchar. Me ajuste la capucha que llevaba para que no se viera la faz, y me sente en el bordillo de los Canales, a beber la botella de Bourbon que habia comprado antes.