Nada que perder

Tambores, gritos, luces, olor a cerveza y vino, asi se presentaba ante mi la aldea de Villadorada, apoyado en una lanza de madera penetre en el pueblo, y entre en la taberna, a ahogar mis penas con el alcohol.

Me sente en la barra, no sin esfuerzo, pues mis heridas aun estaban muy recientes y no acababan de cerrarse. La cerveza fria corria por mi gaznate dolorido. A solas con mis pensamientos, aislado del bullicio que me rodeaba, mi mente se derrumbó, estaba vivo si, pero... ¡a que precio! Todos mis amigos habian muerto o no sabia donde estaban, eran todo lo que tenia, mi vida estaba dedicada al escuadrón, pero ahora, ¿que sería de mi? Me iba a estallar la cabeza... y en medio de ese caos mental una voz me despertó.

- Saludos camarada -dijo un hombre- ¡Vaya heridas tienes en los brazos! Requieren ayuda médica, tienes suerte de que sea curandero, trae, te las desinfectaré.

Yo estaba muy cabreado, por todo, tenia que pagarlo con alguien y ese alguien, era ese buen hombre.

- Que no sepas quien es tu padre no te da derecho a que me toques, chamanncejo del tres al cuarto.
- Eh tranquilo! yo solo queria ayudarte.
- Me puedes ayudar yendote a hacer compañia a tus antepasados! ¡Capullo! - Y le sacudí un puñetazo que le empujo contra la mesa mas cercana, entonces sus compañeros se abalanzaron contra mi.


/./ Escupí sangre /./ Me agarre las costillas /./ Mis rodillas cedieron /./ Mi torso choco contra un taburete /./ Silencio...

¿Silencio? me incorpore como pude solo para recibir un golpe que me dejó sin sentido.


-Amo.... se está despertando!!!

Abrí los ojos, para ver el infierno, esbirros de mil cavernas corrian de un lugar para otro, necrofagos devoraban trozos de carne podrida por las esquinas, esqueletos torturaban a pobres insensatos de todas las razas de Azeroth mientras estos agonizaban. Entonces un Pie me nublo la visión.

-Incorporate! Postrate ante tu nuevo señor!! - dicho esto unas manos esqueleticas me sostuvieron hasta que me quede de rodillas. Alzé la mirada. No puedo describir lo que vi despues.

- Estas solo... No tienes a nadie... la Alianza debe morir... la Horda debe morir... Puedo concederte la vida eterna!! Jamas moriras! Seras mi leal servidor.... Podras hacer lo que se te antoje!... No necesitas mas amigos... Por eso yo los mate a todos...
- Nooo!!! - y me abalanze sobre lo que fuera que habia delante. Una fuerza superior me empotro contra el juego de cadenas qe habia a mis espaldas.
- Solo tienes que postrarte!!! SERAS INMORTAL!!! Olvidaras tu nombre y tu vida!!! NO SENTIRAS DOLOR!!

Algo en mi mente me decia que no, pero mi mente creia que si, estaba cegada por el dolor... me incorpore... mi rodilla derecha se clavó en el suelo... Alze la mirada.

- Me postro ante ti ..... Rey Examine.....

Un dolor intenso se apoderó de mi cuerpo y mi vista se cego por completo....