Un grupo de humanos caminaban hacia la nueva taberna, inaugurada hace poco en el parque. Instantes próximos a su llegada, salían desesperados y aterrados por algo que estaba sucediendo en dicha taberna.
En su interior, varios tipos con el rostro oscurecido desenvainaban sus armas, dirigidos por uno de los asesinos mas temido de todo Azeroth, El Caballero Umbrío. Frente a ellos, se encontraba un elfo llamado Redenthor, una elfa conocida como Shakiziel, y un enano con relucientes armaduras. El elfo, equipado con inmensas armaduras resplandecientes, sujetó el cuello del Caballero Umbrío con su mano, mientras que éste, desprendió de su aliento un frío gélido en la mano del elfo, haciéndole apartar su mano al instante.
Entre la tensión, se podía apreciar a Shakiziel, con cierto aire de venganza, al igual que su cuerpo rebosaba ira y odio ante aquel ser que en tiempos pasados, acabó con su vida, que justo después de su muerte, fue resucitada por un gran numero de sacerdotes haciéndola volver de nuevo a este mundo..
La taberna estaba vacía, solo quedaban ellos, los acólitos del Umbrío se lanzaron contra el sacerdote, que éste acabó con ellos en un instante, haciéndoles caer al suelo desplomados. Luego, el Umbrío dio la orden de ataque a uno de sus siervos más poderosos, Lorthas. Lorthas se precipitó contra el sacerdote, pero era inútil, no lograba hacerle daño alguno, ya que dicho sacerdote estaba envuelto en una capa capaz de repeler cualquier mal. Tras un duro esfuerzo de Lorthas por hacerle daño alguno, el sacerdote le asestó un fuerte rayo al corrompido siervo del Umbrío, haciéndole caer brutalmente contra el suelo de la taberna.
Jamás los lacayos del Umbrío habían combatido contra un ser tan poderoso como aquel sacerdote, sucedido esto, el Caballero Umbrío empuñó su espada “Lhin De’Mer”, pronto la sala se vio envuelta en un fiero combate por parte de ambos, en la que un aura divina, inundó la taberna de fuertes ráfagas de rayos en todas las direcciones, dañando al Umbrío de forma impactante .Lo habían logrado, habían derrotado al ser Oscuro que se encontraba en el suelo sumergido en una risa malvada a pesar de su inminente destrucción.
Instantes próximos, Shakiziel, observaba a aquel ser que en su día acabó con ella, y que casi logró acabar con todos sus sueños de no haber sido por la esperanza de la luz que la devolvió de entre los muertos. El sacerdote, comenzó a invocar un hechizo sobre sus manos, lanzándolo de manera brutal sobre el cuerpo del Umbrío, desmaterializándolo al instante, su cuerpo había desaparecido al igual que el de sus acólitos, por fin la pesadilla había terminado, al menos, eso creían ellos… .
Horas mas tarde, la taberna había cerrado sus puertas, pero en su interior una figura parecía materializarse de nuevo, poco a poco se iba formando entre la oscuridad, en la que se sumaron varias figuras mas, que al instante lograron adoptar su forma completa, eran ellos de nuevo, el Umbrío y sus siervos habían vuelto a aparecer, diciendo éste lo siguiente:
- Agh… Hacía tiempo que no experimentaba el dolor… Si… . – Dijo el Umbrío mientras se veía envuelto en una escandalosa risa malvada.
- ¿Quién era ese elfo?... . – Preguntó Lorthas.
- No lo sé… Sea quién sea… Fue muy estúpido al pensar que podía matar a los muertos… . – Respondió el Umbrío.
- ¿Qué haremos ahora mi señor?... . – Preguntó otro acólito con el aspecto de un draenei a pesar de la oscuridad de la sala.
- Dirigíos de nuevo hacia la torre maldita… Lorthas… Averigua algo sobre ese sacerdote… No había visto nada igual… . – Confirmó el Umbrío.
Dicho esto, aquellos seres que nada tenían que ver con los vivos ni los muertos, se dirigieron hacia la salida, haciendo estallar en pequeños fragmentos el draenei la vieja puerta de la salida con un hechizo oscuro.
Sucedido esto, los seres abandonaron la ciudad envueltos en extraños trajes a fin de evitar ser reconocidos, dejando la taberna completamente destrozada… .
Tema: El Sacerdote. 
Vie Mayo 14, 2010 10:46 am
